La segunda ley de la termodinámica, habla sobre el principio de la conservación de la materia, donde ella no se crea ni se destruye, sino que se transforma.
Los seres humanos estamos hechos de materia, por lo que ignorar la existencia de vida después de la muerte puede ser posible.
Nuestros pensamientos son impulsos eléctricos, creados por reaciones químicas, en nuestro cerebro. Mover una mano, respirar, soñar, todos ellos son producto de micro relaciones eléctricas.
Quienes quedan paralíticos,siempre tienen algún problema importante en la columna vertebral, donde las vías nerviosas no responden a las órdenes recibidas por el cerebro. De allí nace la imposibilidad de moverse.
El ser humano es eléctrico, y si un desfribilador es capaz de devolverle la vida a un persona, haciendo que su corazón reaccione y palpite nuevamente, por la carga directa recibida, esto nos confirma lo ante afirmados, somos seres eléctricos.
Volviendo con la segunda ley de la termodinámica, si somos impulsos eléctricos ¿A donde se dirigen después de muertos, si la masa ni se crea ni se destruye sino que se transforma?
¿Será que quedara energía residual, para las apariciones que tanta gente en el mundo ve y pocos creen?
Consideró que nuestras vidas superan a la muerte.
Nos apagamos y encendemos, como focos.
Pero cuando un foco se apaga violentamente, por sobrecarga de energía explota, está analogía con la muerte violenta explicaría porque la probabilidad de ver fantasmas con esta característica es tan alta, estas personas dejan el mundo sin haber realizado sus anhelos. Y su tensión deja grandes residuos de energía en su ambiente.
La tierra misma es un imán gigante, su núcleo de hierro permite que la atmósfera no se desintegre por las abrasiones sólares.
¿Puede ser que el calor abrazador de nuestro núcleo, sea el causante del tan conocido infierno?
Allí las almas en pena, podrían aprovisionarse de energía y vengarse a como diera lugar.
¿Sera que la serenidad del cielo, donde su creación es el paraíso, acudan las almas que no deseen venganza, para unirse al cosmos eterno de paz?
Son muchas las interrogantes, y las explicaciones. Pero esta hipótesis que formuló es más acertada y realista.
La vida es efímera y debemos vivirla al máximo, con libertad sin libertinaje malignos.
Próximamente contaré mis experiencias personales que me han obligado a reveer mis creencias. Este texto tenia tiempo en completar, ahora e iniciando el año, está terminado.
Sin embargo esperen una segunda parte, donde expreso más hipótesis, con lo aprendido en mi vida de autodidacta.