La nueva sección, que promete mucho y por la cual crearé diálogos con un amplio rango emocional, aquí pondré en práctica mi capacidad para hacerlos reír y llorar, típico de una mujer bipolar.
Hecho la introducción, empezaré mi relato.
Todo comenzó hace varias Navidades atrás, corría el año 2008 y su servidor estaba más caliente, que un reactor de fisión nuclear. Caminaba muchas cuadras, para encontrar a lo que, entonces se suponía era mi "Morra", como dirían los Mexicanos "Mi vieja" o los Chulos tipo Butters "Mi perra Mayor".
Obviamente, que por respeto no me refería de esa manera, pero tenía mis estilos. En una ocasión, se me ocurrió hacer algo diferente, así que le pedí que fuéramos a su casa, de una extrañan manera su Mamá estaba, de tal modo que empezamos a charlar.
No me gusta tomar, mate ni café, osea no soy de comer desayuno, pero eran las cinco de la tarde y es costumbre hacerlo, al menos en el país de la plata. La cuestión es que acepto, como la buena persona que soy. Allí es donde ocurre el bizarro, episodio que marcó mi vida. Amaba hacerla reír, era su payaso personalizado, y crearle temas de charla de la nada, y cuestiones de que hablar. Reconozco que un principio era muy aburrido, hablaba de guerras y política pero si van a perpetuar la especie humana, no recomiendo tocar esos temas.
Ella me había comentado, que su Mamá tenía un mal concepto sobre mi, para hacerla corta, temía que le haga estrenar la fábrica y realize la gran De la Rua. Ustedes saben, a que me refiero. Entonces, decido dilucidar el tema y enfrentar con estilo a su Madre.
Mamá- <Toma estos mates Héctor te van a gustar y alguna factura.>
Acerca la uña de vaca, y me lo pasa.
Héctor-
<¡Ohh!, muchas gracias, me encanta el mate.>
Mientras mentía vil mente, mirando a mi morra. Con sonrisita pícara.
Mamá-
<Contame ¿Como vas en el secundario, te llevas alguna?>
Lo decía mientras buscaba miradas en mis ojos tapatíos.
Héctor-
< No señora, por ahora estoy bien, no soy de llevarme materias.>
En ese momento, me proponía, a preguntarle, lo que hablaba detrás mío.
Mamá-
<Que bueno, espero que seas un chico responsable, y no te lleves nada, hací empezás bien el otro año.>
Estaba acostumbrado, a estas preguntas, pero el tono de su vos no me agrado, se notaba en el aire, cierta discordia. O quizá era yo con la noticia del día. Me estaba sugestionando o no, aunque creo eran las dos cosas juntas.
Héctor-
<Gracias, mmmm (pensativo), sabe que, un pajarito me contó algo sobre mi, y me dijo que piensa mal de este chico bello, quería preguntarle directamente, porque lo expresa.>
La cosa, se puso muy tensa, Miri.. (se llamaba), me miraba con una cara, de asombro, risa y enojo todo junto, mientras me daba toquesitos con sus pies, para callarme.
Miri..-
<¡¡¡Héctor!!!, ¿Por que me haces esto? Si te lo dije, era porque era secreto, ves como me haces quedar mal, con mi mamá.>
La cara le cambio, sin embargo estaba acostumbrado a sus expresiones, más no a la soledad de su presencia. Tenía la vos más dulce que chocolate, y me encantaba escucharla hablar, pero ahora si que estaba enojada, por eso tenía que matar la tensión con algún chascarrillo. De no hacerlo, me fusilaban con miradas las dos.
Héctor-
<Pero, Miri.. Yo no puedo vivir con esas palabras, tengo que preguntar, yo te quiero, y no me gustaría estar mal con tu mamá o que me vea mal. Déjeme decirle, señora que no soy como lo piensa, y jamás le haría eso a su hija.>
Con voz un poco vidriosa, y fuerte le decía todo lo que debía decir.
Mamá-
<Cuando seas padre, vas a tener las mismas inquietudes, ahora se están embarazando muchas chicas y no me gustaría que pase eso con Miri.., y que la lastimes...>
Dijo un largo y tedioso monologo, no voy a recitarlo de nuevo, sería muy largo. Pero resumido dijo eso, yo aún me lo acuerdo, fue muy lindo tener esas charlas, vi cosas nuevas.
Héctor-
<Jamás, podría hacerle eso, menos con una madre tan linda como usted>
Obvio se reía, el tono jocoso ayudo a distender el ambiente seco.
Mir..-
<Viste mamá, que no era como lo pensabas, el es bueno.>
Vocifero Mir.. Con actitud decidida.
Mamá-
< Si ya veo, me equivoqué, tenés suerte que te quieran así, la próxima si tengo otra duda le preguntó, así no le contas jejeje.>
Todavía la risa, me sonaba rara.
Héctor-
< Descuide señora haré feliz a su hija>
Afirme con tono varonil.
Mamá-
<Pobre de vos si la lastimas, y me mentis.>
Mientras se disponía a comer un churro.
Héctor-
<No se preocupe señora, tampoco tengo "tamaña" intención.>
Otra ves la volví a cagar, mi palabra fue entendida con doble sentido. Me habrá, ganado el inconsciente, no sabía dónde meterme. Que bochorno, la madre se rió un poco, pero Miri.. se enojo. Y me llevo a fuera a charlar
Mir..-
Se hecho a reír por la cara de su mamá, pero después le vino el enojo.
<Héctor, Héctor te pasaste ,, me hiciste reír un poco, pero te pasaste, le vas a pedir perdón a mi mamá, por todo, eso que hiciste. Sino, me enojo y vos ya sabes cómo soy. >
Héctor-
< No Miri.., lo tenía que decir y no fue con maldad se me pasó, eso último, enojate lo que quieras pero lo hice por los dos.>
Ya era muy noche y me tenía que ir, por eso hablábamos a solas un rato más, fuimos a la plaza, yo esperaba el colectivo y me fui a casa.
Tiempo después, por motivos ajenos todo se terminó, más que nada fue una multicausalidad de hechos. Quizás lo cuente. Lo peor y algo que siempre me voy a lamentar es no haber arriesgado más, ya que el sueño malo de su madre se hace realidad. Su sonrisa, su vos, su todo, es raro, como después de eso, uno deja de no recordar.